Por último, y para terminar con nuestro pequeño empujón de salida, el siguiente domingo lo dedicamos a ponernos manos a la obra.
En esta ocasión, nuestro objetivo era poder recaudar fondos para enviar a Benín.
Para poder hacerlo, se nos ocurrió hacer manualidades para luego venderlas en un rastrillo solidario en las fiestas de San Antonio de Padua a mediados de junio.
Después, terminamos nuestros carnets de niños misioneros y tuvimos una pequeña fiestas de despedida hasta el próximo curso, en la que cada uno aportó un poquito, y que nos sirvió para sentir el gozo de compartir.
Aquí teneis el vídeo de lo que hicimos:
Y estas son las fotos de nuestro puesto en el rastrillo del 8 al 15 de junio:
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